Existe una gran variedad de pegamentos que son clasificados de acuerdo con sus características adhesivas y aplicaciones. En realidad, los pegamentos o colas son sustancias diseñadas para mantener unidas dos superficies, de manera mecánica y por contacto. Su primera clasificación se deriva de su origen natural o sintético:

Adhesivos sintéticos: Son los que tienen origen en derivados del petróleo como las colas de poliuretano y las poli-vinil-acetato.

Adhesivos vegetales: Son elaborados en base a féculas, almidones, cauchos naturales, etc.

Adhesivos animales: Están fabricados con pieles de animales o esqueletos (pezuñas, gelatina) o con claras de huevo.

Otra clasificación corresponde a sus aplicaciones, así tenemos:

Pegamentos infantiles: Están diseñados para pegar papel, cartulina y algunos materiales comunes en las escuelas. Pueden venir en presentación líquida o en barra.

Pegamento blanco: También llamado cola de carpintero, es un pegamento semi líquido y viscoso, fundamental para trabajos de carpintería debido a su alta efectividad en el pegado de cartones duros y maderas.

Pegamentos industriales. Con una fuerza adhesiva muy superior a los anteriores pegamentos, son productos utilizados tanto en la industria como a nivel doméstico. Las uniones son muy resistentes a los elementos naturales y por lo general se usan para pegar telas, pieles, maderas, plásticos, etc.

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